En este proyecto colaboramos con Fuster Diseño e Interiorismo, un equipo creativo que destaca por sus propuestas frescas, innovadoras. Su solicitud fue clara: incorporar paneles acústicos que no solo ayudaran a controlar el ruido ambiental, sino que también sumaran valor estético al diseño general del departamento piloto. La meta era crear un ambiente visualmente atractivo, funcional y acogedor, donde el sonido y el estilo dialogaran con armonía.
Un hogar que suena a calma
El resultado fue un departamento piloto que se siente fresco, elegante y acogedor. Los paneles acústicos fueron cuidadosamente integrados al diseño interior, aportando textura, calidez y control sonoro en los puntos justos. Cada elemento fue pensado para que la estética y el confort se potencien mutuamente. El espacio se transforma así en una invitación: a quedarse, a conversar sin interrupciones, a disfrutar del silencio sin perder el estilo. Un ejemplo de cómo el diseño acústico puede ser también una herramienta para emocionar.
